jueves, 6 de noviembre de 2014

INDICADORES DE ÉXITO EN EL AULA

       A continuación voy a exponer los factores que considero más importantes a tener en cuenta en la organización y trabajo de aula si tenemos alumnado con TDAH.

 
ORGANIZACIÓN DEL CENTRO


  1. Horario escolar preferiblemente de jornada continua, ya que ésta deja más tiempo libre para actividades extraescolares como practicar algún deporte, para la realización de las tareas escolares y para el refuerzo educativo que precisan muchos alumnos con TDAH.
  2. Es importante es que el colegio disponga de servicio de comedor, ya que éste ayuda a los alumnos con TDAH al establecimiento de rutinas en la alimentación, aspecto en el que los padres encuentran especialmente dificultades.
  3. Actividades extraescolares deportivas ya que ayudan a los niños hiperactivos a canalizar su exceso de energía y contribuyen a fomentar las relaciones sociales.
  4. Organizar las aulas en grupos pequeños, para favorecer la atención individualizada que precisan estos alumnos.
 

ORGANIZACIÓN DEL AULA

1.      Sentar al alumno con TDAH cerca de nosotros.
  1. Colocar a su lado compañeros que suelan estar atentos, sean ordenados y que cumplan las órdenes.
3.      Eliminar de la clase todos los estímulos distractorios innecesarios.
4.      Colocar en un lugar visible de la clase el horario de clase y el panel de las autoinstrucciones.
5.      Las normas e instrucciones del aula tienen que ser breves y claras, y también deben colocarse en un cartel en el aula, al igual que los premios y castigos correspondientes.



ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO

1.      Crear rutinas de inicio rápido en clase, dejando las distractoras como pasar lista o hacer comentarios para otros momentos, poniendo énfasis en cumplir la puntualidad, preparación previa del material que se va a utilizar y una atención generalizada como requisito para empezar.
2.      Empezar con actividades incompatibles con la distracción como preguntas sobre lo tratado el día anterior o interrogantes que provoquen curiosidad e interés (abrir el libro por la página…).
3.      No empezar sin la atención de todos para que no piensen que se puede continuar charlando o estando distraído.
4.      Debemos apoyar las explicaciones con apoyos visuales.
5.      Cambiar la entonación de las explicaciones.
6.      Plantear al alumno preguntas frecuentes durante las explicaciones, no para pillarle sino por mantenerle activo.
7.      Mantener un contacto ocular frecuente.
8.      Utilizar señales no verbales, previamente acordadas con él, para redirigir su atención sin interrumpir la clase: señalarnos los ojos para indicar "mira", los oídos para ("escucha"), una palmada en el hombro...
9.      Permitirle manipular algún objeto, como un bolígrafo, durante la explicación si no interfiere a los demás y no le crea problemas para seguir la clase, retirando sólo con los que se distraiga verdaderamente.
10. Dividir las tareas a realizar en pequeños pasos y que el alumno pueda verbalizarlos al ir realizando la tarea.
11. Proporcionar las consecuencias a la conducta de forma inmediata y con mayor frecuencia de lo habitual, fundamentalmente las positivas.
12. Evitar aplicar los refuerzos negativos de forma encadenada, creando de una situación de castigo un motivo para un nuevo castigo.
13. Cambiar los refuerzos, sobre todo los positivos, con frecuencia, diseñando un menú rotatorio que permita su cambio frecuente.
14. Darle tiempo necesario para poner en marcha las autoinstrucciones.
15. Utilizar los últimos 5 minutos de clase para recoger el material y no para pedirles algún trabajo o actividad.

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